Bella levantó la vista y vio a Pedro a cierta distancia enfrente de ellos.
Llevaba puesto, como siempre, un traje negro impecable, con una camisa de color oscuro. Su semblante era frío y serio, y sus ojos los miraban fijamente a ella y a Carlos.
¿Qué hacía Pedro allí?
Cuando ella lo había llamado el día anterior por el asunto de Claudia, él no había mencionado que fuera a ir al aeropuerto.
De pronto, Bella recordó que hacía unos días Pedro le había pedido que lo acompañara a China para consultar a un médico tradicional chino.
¿Sería posible que por casualidad no solo fueran al mismo destino y en las mismas fechas, sino que incluso compartieran el mismo vuelo?
—Director Romero, qué casualidad, ¿también va usted a China? —dijo Carlos con un tono insinuante.
Pedro no le respondió, sino que se acercó a Bella y le preguntó con gesto serio: —¿No habías dicho que hoy no tenías tiempo?
Bella miró a Pedro con recelo y le devolvió la pregunta: —¿Acaso sabías que yo iba a venir a China hoy y por