No me quejo mucho de los desperfectos de la vida, en especial estos últimos meses en donde todo ha ido de maravilla.
Tengo mi nueva casa donde vivo mi día a día con tranquilidad, un trabajo en donde soy bien recibida, unos padres amorosos y un novio siempre presente para mí. La vida que toda mujer desearía, a pesar de que yo aún aspiro a muchas cosas más.
El puesto de ministra, al principio lo marque como un objetivo con tal de callar la boca de mi suegra. Después le tomé un poco de deseó al puesto, papá siempre habla positivamente del puesto de ministro y la buena paga que se obtiene, así que es inevitable admirar tal posición.
Los preparativos para mí campaña ya comenzaron, es mejor ir cinco pasos por delante con tal de lograr todo lo que uno desea. En especial en un mundo tan rudo como el de la política.
Y hoy es uno de esos días en donde estoy organizando todo lo necesario, solo que me tomé el atrevimiento de cambiar de aires, viaje desde mi casa hasta la de Han Emris, no fue ning