Mathew no estaba seguro de dejar a Lara junto a su madre. Ella podía ser muy severa y como que Lara no tenía mucho control de su lengua y menos en el estado delicado que estaba.
-¿Estás segura?- le repuntó acariciándole la nuca.
-Ustedes salgan y dejen aquí a las personas relacionarse como personas civilizadas. No seas chismoso- Lara le sonrió y lo empujó para que no se inmiscuyera en la conversación.
Hunter le palmeó el hombro a su hijo y le hizo seña para que lo acompañara y aunque Mathew no tenía intenciones de salir al final lo hizo seguido de Byron. Lara desapareció la sonrisa de sus labios y miró a la loba sentada delante de ella.
-Bueno, suegrita querida, ya estamos solos, es hora de poner las cosas claras-
Celena simplemente sonrió de lado.
Afuera Mathew podría parecer estar tranquilo, dado su porte serio y los brazos cruzados sobre su pecho, más no era así. Estaba preocupado por lo que pudiera ocurrir. Los cuatro lobos estaban parados en el jardín esperando que la puerta que