Laila
Pego mi cara a la ventana por dónde veo los pequeños pies rosados moverse y el llanto inundar la habitación. Chillo de emoción volteando a ver a Aziel quien mira al pequeño desde la ventana con amor.
–Soy tia– doy brincos, entre todas las cosas que han pasado lo realmente bueno es que conozcamos a nuestro futuro rey lobo.
–Y yo soy papá– mi hermano mira embobado como la enfermera toma al pequeño en brazos quien tiene varios aparatos pegados a su cuerpo.
El bebé es muy prematuro y a pesar de tener sangre licántropa en su cuerpo es muy pequeño para estar estable sin la incubadora. Debía permanecer en ese estado al menos hasta que Amara se recupere y podamos darle una pócima para sus pulmones.
Lo importante es que él está bien y Amará se está recuperando.
Ya habían pasado tres días desde que atacaron el reino, todo está vuelto un caos, destrucción y personas heridas por todos lados. Papa, Aziel y todos los miembros de sus escuadrones habían estado muy ocupados tratando de mejorar