Casiel
La vida es jodida, tan jodida que te arrebata todo lo que más amabas cuando aún no sabes defenderte. El miedo de perderlo todo cuando lo tienes te persigue cada día y ese era el miedo que tenía desde quea encontré, desde que la conocí y me encantaba verla ponerse roja de la frustración.
Mi ángel, me la han dañado y tienen que pagarlo con creces.
Desde que hice el trato con Vicent el día que destrui el reino vampiro de encontrar una solución a su maldición si me entregaba a Leatriz y dejaba libre a Amara no había salido como esperaba. Izel debía quedarse segura en el reino mientras yo mataba a esa mujer.
Me sentía frustrado, herido y traicionado. Quería sangre y el llegar al reino y no encontrarla me volvió loco. Mi sangre estaba hirviendo y estaba en mi peor fachada.
La parte que nadie quería conocer de mí.
Desperté a todos en el palacio, haciendo que la busquen, que la rastreen. La hechicera había escondido muy bien su rastro, pero no contaba con Cora.
Apenas ella me ayudó a u