Laila
Doy una sonrisa a todos mientras respiro con dificultad, no puedo despegarme ni un segundo de Hunter, si lo hago siento que caeré. Mis amigas más cercanas no están y temo que no vengan, necesito su apoyo.
Un mesero pasa frente a nosotros con una bandeja de vino, mi garganta está seca y la necesito refrescar, tomo una y la bebo de un solo trago. Cierro los ojos con fuerza. Hunter retira la copa de mi mano y besa mi frente.
–Izel y las chicas han llegado– miró inmediatamente a la puerta. Siento que mi corazón pega un brinco cuando las veo entrar, Dani, Lana, Cora e Izel vienen entrado junto a Amon quien sonríe a mi dirección acercándose antes que ella.
Este me envuelve en sus brazos mientras hace a Hunter a un lado, para mí sorpresa no protesta.
–Mi rizos de oro, eres tan brillante que me dejaras ciego– susurra en mi oído, ignorando el que la mayoría de personas en esta sala tienen súper oído– tan fuerte que así te caiga la lava encima tu sabrás dar una sonrisa. Te quiero– no resp