Capítulo 92.
Lumina
Los tres se volvieron a mirarme con expresiones de sorpresa, vindicación y culpa.
Xenois se levantó de la silla junto a la cama de Sophia, se puso pálido al darse cuenta de que yo realmente estaba frente a él y había escuchado todo lo que se dijo allí.
—Lumina... —comenzó a decir, pero lo interrumpí.
—¡No te atrevas a decir mi nombre! —grité, con las manos temblando de rabia, sentía mis ojos arder por las lágrimas contenidas.
—¡Escuché todo! ¿Riley es tu hijo? ¿Cuándo pasó? ¿Cuándo me engañaste con ella?
—Puedo explicar... —empezó Xenois, pero ya no quería escuchar sus excusas fabricadas, no seguiría creyendo sus mentiras cuidadosamente planeadas.
—¿Explicar qué? ¿Que me has estado mintiendo? ¿Que me ocultaste este secreto mientras yo cuidaba al hijo ilegítimo que tienes en nuestra casa?
Sophia se movió en su cama del hospital, y por primera vez noté lo golpeada que estaba. Su brazo estaba en un cabestrillo, tenía vendajes visibles en los brazos y el rostro morado.
—Lumina —dijo