Priscila arrastró a Victore hacia su habitación y lo lanzó hacia su cama. Cerró la puerta tras su espalda y se recostó en esta.
-Habla, cuenta todo- le exigió con el ceño fruncido.
Ante el cambio de actitud de la loba Victore pestañeó y comenzó a reírse dejándose caer en la cama y aguantándose el estómago. Pris en cambio no entendió que era tan cómico. Ella no le veía la gracia a todo el asunto a su alrededor.
-Preciosa- Victore se sentó y se secó una lagrima- No se preocupe, responderé todo lo que desees pero primero sería mejor que se cambiara de ropa. Si de casualidad a mi alfa le da por pasar por aquí y la ve en esas fachas y conm