Esto era digno de fotografiarse y subirlo a los portales de internet de inmediato. Esos dos se estaban abrazando como si fueran dos grandes amigos y gracias a mí. Ah… y yo que creía que tendría que levantarlos con pala después de que se conocieran.
Aww, me los como con esas ricas papitas con cheddar que están deliciosas…
¡Que feliz me hace que Cam haya recibido así a mi señor pesadilla!…
Espera un momento, conciencia hay algo que no me cuadra.
¿Qué dices?
Fíjate bien… ¿Abrazo de oso? ¿Amiguis? Esto no podía ser cierto, algo estaban hablando estos dos mientras se abrazaban con tanta camaradería, no era por bolitas de dulce que estaban así.
Mierda, tienes razón. Será mejor que los detengas…
—Ya, niños ¡Suficiente! — los separo antes que sigan con su teatrito de machotes abrazándose, porque si algo los conozco a ambos es que si tuvieran unos machetes en vez de brazos ya serían confeti en medio de la cafetería. Sus rostros los delatan.
—¿Cariño?
—No estamos haciendo nada malo, Hanny.
—Y