Fue un sueño, solo un sueño, Ben…
Pero mierda que me asustó.
Ahora es momento de despertar…
¡No quiero!
Te las bancas, en cinco… cuatro… tres…dos…
—¡Despierten, despierten! ¡Ya es navidad!
Los saltos de Daniel sobre nosotros y sus grititos de felicidad no me afectaron tanto como el roce de la rodilla de mi hermosa novia falsa en esa parte que amanece un tantito dura todas las mañanas.
—¡Auch!
—¡Oh, Ben! ¡Cuánto lo siento! ¿estás bien?
—Lo estaré si sacas tu rodilla de ahí—hago un mueca y le señalo mi entrepierna para que entienda la indirecta muy directa y ella por fin lo nota y puedo respirar.
¿Podemos? ya pensé que nos dejaría estériles…
Hanny se levantó de la cama y tomó a Daniel para hacerle cosquillas y sacarlo de la zona de batalla en donde estaba como soldado caído, cuando lo llevó hacia donde sea que le haya pedido, pude por fin soltar un gran gruñido de dolor.
—¡Mierda, esto duele muchísimo!
No fue mucho lo que pude hacer, salvo intentar correr al baño y meterme en la ducha f