Mientras Josh y yo hablábamos, perdimos la noción del tiempo, hasta que Estela vino a recordarme: —Señorita Lara, ya es hora de cerrar la oficina, y aún tiene que asistir a la fiesta.
Tras pensarlo un poco, les dije a Josh y Estela: —Prepárense ustedes también, ¡iremos juntos a la fiesta!
Estela intercambió una mirada con Josh, su rostro se tiñó ligeramente de rojo. Sin energía para analizar la sutil dinámica entre ellos, me apresuré a decirle a Josh: —¡Yo me adelanto!
Bajé rápidamente y me dirigí a casa, afortunadamente logré evitar el tráfico de la hora pico.
Durante el camino, seguí analizando las posibles circunstancias del accidente. A pesar de todas mis hipótesis, no lograba entender la lógica detrás de ello. Todo era demasiado increíble, demasiado bizarro.
Pero se me ocurrieron tres posibilidades.
O bien Olivia había planeado el accidente, con el objetivo de impedir que Patricio viajara al extranjero. O quizás Patricio mismo había orquestado el accidente, engañando a Olivia para