Salvador miraba a la joven delante de él, completamente sin palabras
Había dicho eso para despejar sus propios pensamientos, pero Nina se lo estaba haciendo difícil
A esa distancia, podía percibir la temperatura de la joven y su dulce perfume
Además, el brillo en sus labios y la forma en que sus piernas se exponían, era encantador.
- General, ¿Me dejaría retratarlo? – le preguntó con los ojos brillando
Él parecía pensarlo, pero en realidad, estaba tratando de controlar las reacciones de su cuerpo, que quería tomarla entre sus brazos y pegarla a su cuerpo
Logró asentir
No sería capaz de enumerar la cantidad de veces que soñó con volver a tenerla entre sus brazos… y debajo de su cuerpo
Y como un pensamiento lleva a otro… se reprodujeron dentro de él todos los sueños y deseos que había reprimido por cinco años, creyendo que jamás volvería a sentir su calor
Nina se estiró para desprender el primer botón de su camisa
Salvador sintió una corriente eléctrica dispararse a través de su columna