21. Mi regalo para ti
Hice una ligera mueca al ver el auto; era todo menos lo ideal para movernos por la ciudad.
—No pienso montarme en ese auto… ¿Acaso quieres que yo opaque la belleza de tu coche? —Intenté no reírme de forma sarcástica, pero fue imposible—. Trabajé muy arduamente para que toda la ciudad te vea y admire tu exquisito gusto, así que no quiero opacarlo.
Brian alzó su ceja, delicadamente perfecta, sin dejar de mirarme de arriba abajo.
—Pero si lo decoraste así, debe ser porque quieres que cada rincón de la ciudad se quede maravillado con tu sentido del estilo… —hizo una pausa, sosteniendo mi mirada con intensidad—. O quizás solo buscabas que todos te notaran, ¿verdad? Así que vendrás conmigo en mi auto para que todos vean a la maravillosa artista decoradora de autos.
—No lo haré. Tengo una agenda muy ocupada hoy.
Caitlyn, Leonard y los pasantes nos observaban sin atreverse a decir nada, como si una sola palabra pudiera encender todo aún más.
—Pues puedes reorganizar tu agenda, porque tú y yo