CAPÍTULO 31
DANIELA CASARES
Llegan los paramédicos y encuentran una hemorragia en su cabeza, su pulso se siente muy débil, su respiración es irregular por el debido al impacto del vehículo.
Tiene un neumotórax a tensión y su pulmón derecho se perforó con su costilla al fracturarse por el golpe, también tiene una fractura en su brazo derecho, lo inmovilizan para colocarle collarín y oxígeno. Lo suben a la ambulancia y nos vamos al hospital.
Llegamos a urgencias y una enfermera me detiene, me dice que tienen que revisarlo, que en un momento saldrá el doctor a darme información, asiento entre sollozos.
“No puedes morirte Iker, no puedes dejarme, tengo que hacerte sufrir por lo que me hiciste”.
¿A quién quiero engañar? Si lo sigo amando como el primer día o más, lo que me hizo me mató por completo, pero no le deseo que se muera, eso nunca, si el se muere terminará por matarme, no puede hacerme más daño del que ya me hizo.
Llamo a Johana para avisarle que Iker se encuentra grave.
—Johana,