Capítulo 16: Nuevo imperio. Nueva Reina.
El sol aún no se alzaba sobre la ciudad cuando Elena se sentó frente al ventanal de su apartamento. Tenía una taza de café entre las manos, pero no la había probado. No había dormido. No podía. Todo lo que había sucedido la noche anterior en la mansión Valdivia seguía latiendo en su cabeza como un tambor de guerra.
— A partir de hoy… no les debo nada — susurró, con la voz seca.
Tomó el teléfono, marcó el número de quien había evitado por años. El tono sonó tres veces antes de que una voz grave y serena respondiera.
— ¿Señorita Elena?
— Buenos días, doctor Méndez. Soy yo.
Hubo un breve silencio al otro lado de la línea, luego un suspiro emocionado.
— No esperaba esta llamada, al menos no despúes de mucho. ¿Está segura?
— Más segura que nunca. Quiero hacer valer la cláusula del testamento de mi abuela. Quiero mi parte. No — rectificó —, quiero lo que me corresponde. Todo.
La voz del abogado se suavizó con una calidez inusual.
— Doña Teresa estaría orgullosa. Durante años me dijo que sol