Cap 5

Rodrigo acompañó a Renata a su departamento, pero quedaron atrapados en un embotellamiento en la autopista Panamericana, ella intentaba ignorarlo navegando en redes sociales. Rodrigo habitualmente no conducía por lo que hizo un pedido - podrías hablarme, siento que me duermo- era una mentira, pero necesitaba romper el silencio tenso.

Renata: - ¿de que quieres hablar?-

Rodrigo: - cualquier cosa, ¿que hiciste con tu vida? ¿cuál es el pronóstico de la abuela?- con ella siempre fue difícil hablar.

Renata: - Trabajo en un bar, un empleo mediocre y no tengo un sugar. La abuela tiene una enfermedad neurodegenerativa, pero bajo control y no hables de ella como si fuera parte de tu familia.- con una mirada fulminante.

Rodrigo: - escuchaste, siempre te dije que los ignores- agachando la cabeza, no pensó que justo ella escucharía los agravios de esos idiotas -con respecto a la abuela, fue adorable y me invitó a visitarla, es lógico que me preocupe por ella.-

Renata: - te reconozco lo de hoy y te lo agradezco, pero no necesito tu lastima.-

Rodrígo: - nunca te tuve lastima y lo sabes, solo me juzgaste por mi entorno-

Renata solo suspiró y dándole una pequeña mueca de reconocimiento, el joven tenía un punto, siempre fue considerado y después de lo sucedido esa noche, fue el único en apoyarla.

Al llegar al departamento la acompañó hasta la puerta, la despedida fue un poco menos fría que el encuentro. Renata no podía negar que durante su trayectoria escolar y la noche de graduación Rodrigo, a su manera la protegió. Pudo ser cruel y dejarla hundida en la desesperación pero la acompañó en el momento más triste y difícil.

Se dieron un abrazo mecánico, Rodrigo le pidió una oportunidad para mejorar su imagen frente a ella, un acuerdo tácito se concretó esa noche.

Al ingresar al departamento se desplomó sobre el sofá intentando recuperar las horas de sueño, la mañana siguiente debía cubrir un doble turno.

Desde el momento de que Rodrigo y Noah habían regresado del extranjero Ángela y su séquito organizaban cenas en los restaurantes exclusivos, donde obligadamente ellos siempre estaban invitados y por lo general Noah se encargaba de la cuenta dado que Rodrigo siempre buscaba excusas para mantener solo un contacto mínimo.

Pasaron dos semanas, Rodrigo continuaba visitando a la abuela. La anciana y su padre daban por sentado que eran una pareja; no eran afectuosos abiertamente pero Rodrígo parecía muy enamorado y Renata con su personalidad distante no lo alejaba, eso era lo único que necesitaban sus mayores para darles el título de novios.

El médico personal de la anciana, fue a darle el alta, Renata y su padre estaban felices por su recuperación. Su cuadro milagrosamente se encontraba estable, por lo que el galeno no pudo evitar preguntar cual era su motivación. La abuela sin dudarlo miro a Renata y Rodrigo que terminaba de llegar - ¡son estos dos! ¿no crees que tendrían hijos hermosos?-. La cara de Renata paso de blanco al rojo en cuestión de segundos, la edad la había convertido en una descarada.

Rodrigo solo le sonrió de forma burlona a Renata, mientras le aseguró que tendrían hijos hermosos a su abuela.

Renata se acerco discreta y lo pellizco para luego susurrarle - deja de darle ilusiones de algo que no va a pasar- lo que no esperaba era que el frío CEO con ella se volvía un adolescente, la tomó por la cintura y le planto un beso frente a todos los presentes. Nadie sabía como actuar, la hija del Dr. López era conocida en el hospital por su belleza y su mal genio para los hombres, ahora este hombre guapo la reclamaba como su novia frente a todos.

El colega de su padre hizo un comentario que a su familia le dio gracia - ¿Jorge, como le explicaras a los jóvenes médicos de nuestro hospital que han conquistado a Renata?- al que no le causó gracia fue a Rodrigo que preguntó sin querer parecer celoso - ¿tienes pretendientes en este hospital?- y una enfermera de las viejas le respondió - tenemos varios que se pelean por cubrir turnos odiosos por verla cuando la madre del Dr. López esta internada-. Renata sonreía, no sabía si era verdad o no, pero verlo molesto era muy satisfactorio.

Rodrigo con una amabilidad fingida terminó el tema - les enviaré a todo el equipo un regalo de agradecimiento por el cuidado de la abuela de mi novia-. Mandó rápidamente un mensaje a su asistente - envía cestas de agradecimiento a todo el personal del hospital, firmando con mi nombre-.

Renata no podía refutar la afirmación de su relación, su abuela y su padre se veían tan felices desde que se encontraba en "una relación" con Rodrigo. Además se ganó el cariño de su familia con detalles reales y sinceros, nada que se pueda comprar con dinero. Ellos no estaban intereorizados de que era el CEO de una empresa internacional, se habían percatado de que era alguien preparado y con buen pasar económico, pero nunca habrían adivinado su riqueza.

Después de la salida de la anciana del hospital, Rebeca invitó a comer a Rodrigo a un local de comida rápida, quería llegar a un acuerdo de cuales eran las intenciones de cada uno. Rodrigo era la primer vez en un lugar de esas caracteristicas pero era una experiencia que valoraba, Renata fue directa - ¿qué es lo que deseas para fingir ser mi novio? Deberías hacerlo sin pedir nada a cambio, por jugar con los sentimientos de una anciana y por poner la reputación de mi padre en boca de todo el hospital.  El joven se limpió las comisuras de los labios con esas servilletas que no limpian nada y declaró sus exigencias - quiero una novia normal, quiero salir a lugares convencionales y tener con quien hablar de cosas simples. Eres la única que me puede ofrecer eso, conoces mi mundo y odias lo mismo que yo-.

Renata tomó una respiración profunda y extendio su mano en forma de aceptación de su "noviazgo por conveniencia".

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