Capítulo 76. La mentira perfecta.
Capítulo 76. La mentira perfecta.
Narrador omnisciente:
Aylin pasó la noche en vela. No podía dejar de pensar en el destello rojo en los ojos de Martín, en ese brillo que juraba haber visto bajo la farola. Quiso convencerse de que había sido un efecto de la luz, un engaño del cansancio, pero la voz de Iría seguía repitiendo en su cabeza que no era casualidad, que nada en ese encuentro lo había sido.
Al amanecer, cuando los niños aún dormían, bajó a la cocina y se encontró con Martín. Había llegado antes de lo esperado, con una bolsa de pan recién hecho en una mano y una sonrisa tranquila en los labios.
—Buenos días —dijo él, como si nada hubiera pasado—. Pensé que agradecerías un desayuno sin tener que salir corriendo.
Aylin lo observó en silencio. El recuerdo del vampiro abalanzándose sobre ella, de la fuerza brutal con la que casi le arrancó la vida, se mezclaba con la imagen de Martín apareciendo de repente, salvándola. Eso era lo que no encajaba: su llegada a tiempo.
Martín