Capítulo 75. Huellas en la ciudad
Capítulo 75. Huellas en la ciudad
Narrador omnisciente:
El aire todavía estaba impregnado de la energía que había dejado el ritual del brujo. El bosque oscuro había recuperado su silencio habitual, pero en el interior de Alaric nada estaba igual. Ted ya no estaba callado, ya no era un eco débil. Aunque su voz seguía ronca y cansada, volvía a estar presente.
El brujo se había limitado a observarlos en silencio tras cerrar el círculo de runas. Cuando Alaric le preguntó por el precio, este solo respondió que ya había obtenido lo que quería. Héctor se tensó, esperando alguna exigencia de sangre o un trato imposible de cumplir. Pero no hubo nada más, solo esa frase enigmática.
—Ese brujo está más loco de lo que pensaba —murmuró Héctor cuando ya se habían alejado de la cueva—. No me gusta.
Alaric no contestó. Sentía el peso del diario y del álbum en la mochila, recordatorios constantes de lo que había perdido y de lo que debía recuperar. Por primera vez en años, había un rumbo claro e