Capítulo 14. La sangre llama.

Narrador omnisciente:

Aylin llevaba varios días intentando aplicar lo que Clara le había dicho. No se sentía completamente diferente, pero había notado pequeños cambios. Algunas mañanas se levantaba con menos peso en el pecho, y cuando estaba en la cafetería ya no se encerraba tanto en sus pensamientos. Incluso había empezado a saludar a algunos clientes habituales sin que Clara tuviera que empujarla a hacerlo. No era mucho, pero para ella eso significaba un gran paso.

Los paseos fuera del pueblo con Clara se habían vuelto algo habitual. No siempre hablaban, pero el simple hecho de salir de los mismos cuatro lugares de siempre la ayudaba a respirar un poco mejor. Tenía claro que todavía quedaba mucho por sanar, pero al menos ahora sentía que no estaba completamente estancada.

Las visiones seguían apareciendo, pero habían cambiado. Ya no surgían en cualquier momento del día, interrumpiendo lo que hacía. Ahora solo las tenía cuando dormía. Eso le daba c