¿Cómo? ¿En qué momento?
Era imposible.
Jamás me drogaron, jamás me quedé inconsciente, jamás nadie que no conociera se acercó a mí y me marcó el cuello, era como si simplemente hubiera aparecido. Pasé una mano por encima, la tinta estaba seca pero no se veía permanente, mi corazón comenzó a acelerarse ¿desde hace cuándo había estado marcada?
Escuché el cerrojo de la puerta, me coloqué el suéter rápidamente y solté mi cabello para poder abrirle.
—¿Por qué cerraste? —preguntó mi madre mirando dentro de mi habitación, como si quisiera atrap