—No sé por qué hacen esto —murmuré sintiéndome completamente adolorida después de todo lo que Calma me había hecho en la cara.
—Porque después te acostumbras, no duele y te sientes bonita —dijo Calma terminando de arreglar mis cejas.
Habíamos subido a su habitación, su cuarto era completamente rosa, amarillo y rojo, una combinación un poco perturbadora para mis gustos de colores oscuros o neutros, no había nadie en casa porque sus padres trabajaban todo el día y Lide y Odin seguían en la escuela practicando futbol.
—¿Y no les molestó tener que mudarse y tener que dejar su antigua escuela justo este último año? —pregunté.
<