REY DE OROS. CAPÍTULO 50. Un mal presentimiento
REY DE OROS. CAPÍTULO 50. Un mal presentimiento
Cuando Alaric y Costanza regresaron a casa esa noche, el ambiente parecía más ligero, como si por fin hubieran cerrado un capítulo incómodo de sus vidas. La mansión los recibió con silencio solemne, interrumpido solo por el eco de sus pasos en el mármol.
Costanza, que caminaba de su brazo, lo miró de reojo con gesto curioso.
—¿Te sientes bien? —le preguntó, suavizando la voz como si temiera que la respuesta pudiera quebrarse. Y mientras hablaba, sus dedos jugaron con la manga de su saco, intentando tantear su humor.
Alaric suspiró, se quitó la chaqueta y la dejó sobre el respaldo de un sillón.
—Debería estar aliviado, después de todo la pesadilla de que Alana pudiera volver a mi vida por fin se terminó —admitió, rascándose la barbilla con aire pensativo, como si buscara la respuesta correcta en el aire—, pero en realidad estoy preocupado. Vikram y Stefan son un par de impresentables que no se van a hacer cargo de él y Alana debe estar od