REY DE OROS. CAPÍTULO 34. Quince años en el pasado.
REY DE OROS. CAPÍTULO 34. Quince años en el pasado.
Alaric estaba furioso. No simplemente molesto, no; estaba echando humo como una locomotora vieja. Ese intento de aparición de Alana, después de quince años de silencio, había sido como un puñetazo directo al estómago. Un día lo había dejado plantado en su fiesta de compromiso, al otro él había puesto tierra y dinero de por medio. Y había creído haberse librado de todo, de absolutamente todo… hasta ahora.
Apenas llegó a casa, se metió en el despacho, cerró la puerta con un portazo y fue directo a la caja fuerte.
—Tiene que estar aquí —murmuró entre dientes, revolviendo carpetas como loco—. ¡Tiene que estar aquí!
Sacaba papeles, sobres, archivadores, pero nada. Los documentos que buscaba parecían haberse esfumado como si tuvieran patas y él los necesitaba. Sí existía un contrato, uno que jamás había imaginado que tendría que hacer valer, pero ahora lo necesitaba porque no estaba tan seguro de lo que pudiera pasar.
Su respiración se ace