REY DE CORAZONES. CAPÍTULO 29. La niña de sus ojos
REY DE CORAZONES. CAPÍTULO 29. La niña de sus ojos
El duelo fue impresionante, no podía describirse de ninguna otra forma.
Akira se movía con una gracia casi sobrehumana; cada golpe, cada giro de la espada tenía una precisión que dejaba a todos conteniendo la respiración. Su contrincante apenas podía seguirle el ritmo. Las luces doradas del jardín se reflejaban en las hojas de las katanas, y el sonido del metal llenaba el aire con chispazos de tensión pura.
Cally observaba en silencio, con los brazos cruzados, mientras el público gritaba y aplaudía con cada intercambio. Tristan, en cambio, se revolvía en su asiento. Había querido provocarlo… y ahora Akira se estaba robando el espectáculo.
El golpe final llegó tras una serie de movimientos vertiginosos. Un corte limpio, una maniobra de precisión y el oponente de Akira cayó de rodillas, reconociendo la derrota. El jardín estalló en aplausos. Akira respiraba agitado, con un par de heridas superficiales que sangraban apenas, pero sin perd