Cap. 43 Arreglando un problema, ¿pero a que costo?
Koizumi estaba nerviosa. Las estudiantes las rodeaban como si fueran celebridades.
—¡Ya siéntense de una buena vez! —gritó el conductor, molesto.
Frenó de golpe. Varias chicas cayeron sobre Ino y Koizumi.
—¿Ven? Les dije que se sentaran. ¡Ahora sí, todas a sus asientos!
Las estudiantes se levantaron, adoloridas, y regresaron a sus lugares. El resto del trayecto lo pasaron en silencio, esperando llegar a la escuela para seguir hablando con Ino.
Al llegar, Ino y Koizumi bajaron rápidamente del autobús… pero se detuvieron al ver que una multitud de estudiantes las esperaba en la entrada.
—¡Hada madrina, use su magia en mí!
—¡No, en mí!
—¡Primero yo!
—¡No, yo seré la primera!
Las chicas empezaron a pelearse por ser la primera en recibir “magia”. Ino frunció el ceño. Ya estaba empezando a molestarse.
De pronto, una voz potente resonó por todo el patio.
—¡Apártense de ella!
Todas voltearon. Quedaron boquiabiertas. Era la Diosa Dorada, con su vestido brillante.
Ino también quedó sorprendida,