Aida disfrutaba observando de cerca a Karma y Erika. Mientras tomaba su jugo, pensaba:

Bien, todo va según el plan. Después de esto, Karma la mirará con otros ojos.

Aida pensaba dejarlos solo, pero cambio de opinión.

Aunque… mejor me quedo a observarlos todo el día. Jejejeje.

Mario y María llegaron a la feria, pero no salieron del taxi. Llevaban puestos los kimonos que Ino les había hecho, y sentían algo de vergüenza.

—Bien… llegó la hora —dijo Mario.

Bajaron del taxi. Todos los miraban. En su mente, Mario pensaban:

Todo sea para no verla triste. Cálmate… es solo por hoy.

Entraron a la escuela, visitando algunos puestos de comida antes de la obra de teatro. Los estudiantes no dejaban de mirar los kimonos de María y Mario. Era demasiado hermoso.

—Que hermosa pareja —dijo alguien

Mario pensó:

La próxima vez que quiera hacer ropa para mí… le pediré camisa y corbata.

Erika se encontró con María.

—Hola, María.

—Hola, Erika.

—Wow… ese kimono está hermoso. ¿Dónde lo compraste?

—Pues… lo hizo