Cap. 32 Cheque.
Mario y María se acercaron a Ino, que seguía inconsciente. Al ver que solo estaba dormida, se tranquilizaron.
Mientras tanto, el cupido oscuro temblaba como si estuviera sufriendo. Mario, al notar su estado, sonrió con una mezcla de ironía y comprensión. María, en silencio, pensó:
¿Será que esa pócima podría causarle el mismo efecto a Mario si se la doy?
Erika, aún asustada, se sentía insegura. Fukushu, usando todas sus fuerzas, apenas logró levantarse.
Una voz femenina por el micrófono le gritó:
—¡Expúlsalo! ¡Expúlsalo lo más rápido que puedas! ¡De lo contrario…!
—¡Ya lo sé, ya lo sé!
Intentó expulsarlo, pero no lo logró.
—¡Maldita sea! Debo salir de aquí lo más rápido posible.
Transformó dos de sus armas de caos en alas oscuras. Antes de irse, dijo:
—Esto aún no ha terminado Erika. Cuando regrese… tendremos una cita.
Salió de la casa y voló molesto pues empezaba a hacer afectado por la pócima. María, al verlo irse de ahí volando, murmuró:
—Ahora entiendo por qué lo llamaban “cupido o