Cap. 29 Maestra.
Ino bajó a la cocina y preguntó:
—¿Dónde están los robots? ¿Por qué no te están ayudando? —dijo Ino.
María, pelando verduras, respondió con calma:
—Les mandé a contar granos de arroz en el sótano.
—¿Granos de arroz?
—Ya no necesitaba ayuda, y seguían siguiéndome todo el día sin hacerme caso. Así que les dije que necesitaba saber cuántos granos hay en un kilo. Supongo que aún están contando.
María había tenido un día algo difícil con los robots. No obedecían órdenes directas, solo imitaban lo que ella hacía. Descubrió que si decía “necesito ayuda”, entonces sí reaccionaban. Así que para tener algo de paz, les dio una misión absurda.
Ino, confundida, preguntó a Jubi:
—¿Por qué no obedecen a mamá?
—Tú les dijiste que la ayudaran y se aseguraran de que fuera feliz. Por eso solo se activan cuando ella dice que necesita ayuda —dijo Jubi.
—No puedo creer que cometí ese error… Ahora vuelvo, mamá. Parece que no les di una buena orden.
María pensó: Olvidé decirle algo… pero supongo que está bien