REINA DEL MAR. CAPÍTULO 90. Un breve final antes de un nuevo comienzo

El sol de la tarde cae con dulzura sobre la terraza de la propiedad Toshiro. El mar se extiende brillante al fondo, como una manta de plata en calma. Las gaviotas revolotean en el cielo, y la brisa marina acaricia los cabellos sueltos de Verónica, Regina y Ruby, que se han reunido alrededor de una mesa baja con limonada fresca y frutas, y algo de vino escondido, por supuesto.

Dentro de la casa, Ren, Christian y Viggo se turnan para cuidar a los bebés, que tienen apenas unos meses. De vez en cuando se escucha un balbuceo o una risita, pero el ambiente es plácido, tranquilo. ¡Por fin!

Ruby se reclina contra el respaldo del sofá de mimbre y deja escapar una risa suave.

—¿Se acuerdan de aquella noche, cuando nos encontramos por primera vez? —dice, moviendo la cabeza como si aún no pudiera creerlo—. Jamás imaginé que terminaríamos así… como una verdadera familia.

—Yo tampoco —responde Regina, con una sonrisa nostálgica—.