REINA DEL MAR. CAPÍTULO 67. Un barco fuera del radar
REINA DEL MAR. CAPÍTULO 67. Un barco fuera del radar
Despierto con una sensación extraña, como si todo estuviera en silencio, aunque el mar nunca calla. Abro los ojos lentamente, y aunque la cama sigue tibia, algo no está bien. Ren no está a mi lado. Me doy vuelta buscando su calor, pero el espacio junto a mí está vacío.
—¿Ren? —digo sin pensar, pero la respuesta es solo el eco de mi voz en la habitación.
Él no está.
Me levanto con pereza, poniéndome una camiseta vieja y deslizándome descalza por la cubierta del barco. La madera bajo mis pies está fría, aún húmeda por la tormenta de la noche anterior, pero el sol ya asoma entre las nubes, tratando de disipar la niebla gris que dejó atrás el mal tiempo. El viento suave se siente raro, demasiado tranquilo. Algo no está bien, lo presiento.
Camino hacia el exterior del barco, y es entonces cuando escucho el ruido. No es el usual crujido del mar contra el casco ni el silbido del viento, sino una mezcla de risas, voces y el ruido inconfundi