REINA DE HIELO. CAPÍTULO 57. Asientos preferenciales
REINA DE HIELO. CAPÍTULO 57. Asientos preferenciales
Disfruto la forma en que Viktor enrecierra los ojos, desafiante. No puedo mentir, cuando me enamoré de él ya sabía que era un hombre arrogante y así lo acepté, porque al final todos tenemos nuestros demonios con los que lidiar, pero jamás pensé que sería tan satisfactorio verlo perderse en medio de la incertidumbre, porque sé que tarde o temprano lo voy a hacer tragarse esa arrogancia.
—Entonces cuéntamela —escupe—. Si eres tan valiente eres, cuéntame la historia completa.
Le sonrío con rabia, con un nudo en el pecho que arde como gasolina prendida, y por encima de su hombro miro a Lennart y a Karin.
—No me importas lo suficiente. Prefiero verte estrellarte con la realidad. Vas a descubrirlo por tu cuenta… y cuando lo hagas, primero vas a entender por qué no te dije la verdad, y luego vas a arrastrarte como el gusano que eres, arrepintiéndote de cada palabra que me estás diciendo.
Viktor se queda en silencio, y por un segundo creo