REINA DE HIELO. CAPÍTULO 45. Fiebre
REINA DE HIELO. CAPÍTULO 45. Fiebre
No sé quién se lanza primero. Si sus labios se estrellan contra los míos o si yo me derrito en sus brazos como si se me fuera la vida en ello. Lo que sí sé es que una vez que empezamos, no hay vuelta atrás.
El escritorio cruje un poco cuando Viktor me sienta sobre él, como si también protestara por lo que estamos a punto de hacer. No es el sitio más cómodo, ni el más romántico, pero ahora mismo, es perfecto.
—No alcanzo a llegar a la casa —y es una advertencia simple, con esa voz ronca que me derrite.
—Me parece… excelente —le respondo, con la respiración entrecortada.
Sus dedos bajan por mis muslos, y vuelven a subir bajo la falda. Mis labios siguen buscando los suyos, como si no pudieran estar separados ni un segundo. Y él sonríe apenas, tirando de mi cuerpo hacia el borde, donde mi intimidad roza con esa erección desatada.
—Llevas días mirándome como si quisieras… comerme —le susurro entre beso y beso, y lo escucho gruñir a medida que el deseo lo