REINA DE HIELO. CAPÍTULO 24. Juego de espías

Le sonrío a Viktor, pero mi mandíbula está apretada; y me sorprende lo rápido que me lee.

—No pasa nada. Simplemente no logro ponerme de acuerdo con el jefe de Proyectos sobre el presupuesto —respondo y Henrik me mira como si quisiera estrangularme y no de la manera sexy.

—O más bien deberías decir que no sabes trabajar en equipo porque te crees que te lo sabes todo —espeta acusándome con Viktor como si fuera una niña de primaria.

¡Y eso me enciende la sangre en más de una manera que no es del todo sana para la gente a mi alrededor!

—Bueno, traté de ser muy diplomática con el “no logro ponerme de acuerdo”, pero ya estás poniendo esto personal —le aviso encarándolo—, la verdad es que tienes razón, no quiero trabajar en equipo con alguien que lleva diez años siendo jefe de Proyectos de una compañía como esta y que todavía no ha logrado sacar un avance que la dispare al menos tres o cuatro puntos en el mercado internacional. No finjas que no t