CAPÍTULO 114. La pregunta del millón
CAPÍTULO 114. La pregunta del millón
—Por favor… —Es lo único que sale de mis labios antes de que asalte mi boca y sus dedos se muevan dentro de mí con una rapidez desesperante.
—Vas a tener que suplicar mejor, nena, mucho mejor —me gruñe y un segundo después lo tengo entre mis piernas.
La humedad de mi sexo envuelve su miembro en un instante y antes de que pueda decirle que estamos completamente expuestos, siento ese empujón que lo envía dentro de mí con un jadeo de placer.
—Maldito exhibicionista —gimo sin poder evitarlo y ya sé cuál es el castigo que me toca.
La poca tela que me queda desaparece en un segundo, y al otro lo siento arrastrarme hasta que el agua me llega a la cintura y darme la vuelta.
—No, no, no… —jadeo cuando me abre las piernas y sujeta mis muñecas sobre la arena, pero no hay nada que hacer.
—Dilo… —gruñe en mi oído y mis manos se cierran en puños.
—Lenguaje —digo conteniendo el aliento y la siguiente embestida viene con agua salada.
No puedo evitar el grito. El a