Mundo ficciónIniciar sesiónEl domingo amaneció con niebla que se adhería a las colinas como mortaja. Igor había pasado la noche en la sala de seguridad del sótano de la villa. Una habitación pequeña que Stephano había instalado años atrás llena de monitores que mostraban cada ángulo del perímetro.
Dieciocho cámaras. Todas grabando en alta definición. Todas conectadas a sistema que alertaba cuando detectaba movimiento humano fuera de los parámetros normales.
La alerta había sonado a las cuatro de la madrugada.
Igor había revisado el metraje tres veces antes de despertar a Liam. Necesitaba estar seguro de lo que es







