Mundo ficciónIniciar sesiónEl castillo era peor por dentro.
Mucho peor.
Paredes construidas de costillas entrelazadas. No decoradas con huesos. HECHAS de huesos. Miles de costillas tejidas como canastas macabras. Podía ver donde algunos todavía tenían carne seca adherida. Donde otros tenían marcas de dientes.
El suelo era vértebras. Completas. Apiladas y fusionadas formando mosaico enfermizo. Cada paso producía crujido suave. Como caminar sobre columnas vertebrales vivas.
Los candelabros eran fémures. Suspendidos del techo con tendones secos. Velas derretidas goteando sobre el hueso amarillento.







