Carlos maldijo por lo bajo mientras observaba desde la distancia como el par regresaba apresuradamente hacia el BMW. Apretó su agarre sobre el arma que cargaba consigo cuando observo al imbécil de Sebastian salir por la puerta y entrecerró los ojos ante la visión de la mujer a su lado, ahorita no tenia la menor duda de que Isabella, su ex esposa, había seguido con su vida.
—Zorra —Masculló por lo bajo, pensando en Isabella, su ex esposa.
«Debi haberla matado cuando pude» pensó enojado consigo mismo.
Se encontraba en una camioneta blindada de color negro, cortesía de su suegro, el señor Millán. Junto con un par de hombre a su lado. Después de recuperar la consciencia en el bar donde había estado bebiendo, se encontró esposado a la cama y sin poder recordar absolutamente nada. Por suerte para él, había encontrado la cinta de grabación del local, fue así como reconoció a Isabella a pesar de su atuendo de stripper.
De haber estado más consciente le habría dado su merecido a la perra de su