En el resto, todos están corriendo de aquí para allá atestados de comandos, siendo fin de semana, los pedidos se duplican y, muchas veces, hasta se triplican, necesitaban más, al menos tres personas más, cuando la instalación de arriba sea terminada y esté abierta,por lo menos dos personas deben estar allí, no iban a poder con los pocos que eran, ellos lo sabían, pero no querían pasar por sobre Lina que, aunque estuviera en coma, todavía esperaban por ella. Sole era la que tenía que dar las órdenes y buscar a un nuevo empleado, había tomado a Tamara por tiempo completo, pero eso tampoco bastaba. Amanda, la arquitecta, seguía paseándose por el lugar y no era muy querida en el predio, sin embargo, no podía sacarsela de encima hasta que terminara con las refacciones.

—Necesitamos más personal —se queja Tony peleando de nuevo con la máquina de café.

—Así es —concuerda Sofi—. Pero Sole es la que tiene que contratar a alguien más.

—No sé qué está esperando —habla el boricua negando con la c