En la casa de los Russel, se encontraba la familia, con Aye incluida, alrededor de la mesa cenando. La niña, era la única que todavía no había probado bocado del pollo parmesano cortesía de Tony, ella con su tenedor comenzó a revolver la comida de un lado a otro sin llevarse nada a la boca. Los presentes, la observaban en silencio sin que ella lo notara. Aye, estaba sumida en sus pensamientos, en sus recuerdos, recuerdos con su madre, con su tío favorito Gaby, con Sole y por supuesto con Lucas, el único que faltaba en ese momento para ayudarla a sobrellevar lo sucedido con su madre. Sus recuerdos la llevan a viajar a la casa de sus abuelos, cuando ella y su madre vivían ahí. En su cumpleaños número cinco, donde su mamá juntos con sus tíos y abuelos, le prepararon una fiesta invitando a sus compañeritos de jardín. Todos estaban bebiendo y comiendo, pasándola bien como era en cada fiesta que ellos organizaban. Su tío Gaby vestido de mago tratando de hacer trucos, sin embargo, solo logra