Que descanse

Paso el antebrazo sobre sus hombros y hundo mi rostro en su cuello. Tengo el olfato agudizado y puedo sentir su olor corporal combinado con loción. Huele tan bien. Su cercanía se siente tan bien.

Él continúa acariciándome con sus dedos, pero no es suficiente, nada es suficiente. Arrastro su mano y la coloco sobre mis nalgas, sin mucho esfuerzo me elevo, su pene esta tan duro que como por arte de magia se levanta en busca de mi sexo. Lo dejo entrar, sintiendo esa presión tan deliciosa al sumergirse en mí. Suspiro, obligándome a hundirme en él hasta el fondo.

—Separa más las piernas… Oh sí —gimió, me permití abrir los ojos y enfrentarme a mi realidad. Müller tenía la cabeza hacia atrás, delirantemente sexy. Pude notar como la manzana de Adam subía y bajaba, sin poderme contener me incliné para dedicarle un beso allí y volv&

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo