Mundo ficciónIniciar sesiónLa madrugada encontró al yate navegando por las aguas oscuras del Estrecho de Gibraltar, con las luces de la costa africana desapareciendo lentamente detrás de ellos como recuerdos que se desvanecían en la distancia. El motor del barco zumbaba con un ritmo constante que debería haber sido reconfortante, pero que solo servía para subrayar el silencio tenso que había caído sobre el grupo después de las últimas palabras de Vincenzo.
Valeria estaba sentada en la cubierta trasera del yate, con sus brazos envueltos alrededor de sus rodillas, mirando el agua negra que se arremolinaba en la estela del barco. El frío del viento marino penetraba a través de su ropa, pero no se molestó en buscar refugio en la cabina. El entumecimiento que sentía tenía poco q







