Mundo ficciónIniciar sesiónEl sábado transcurrió en una nebulosa de tensión y preparación. Fashion Week era el lunes por la noche. Treinta y seis horas. Treinta y seis horas para diseñar un sistema de seguridad impenetrable alrededor de un evento público con quinientas personas, múltiples puntos de entrada, y un atacante que parecía estar siempre tres pasos adelante.
Sebastián no durmió. Valeria lo sabía porque tampoco había dormido ella, y cada vez que salía del camarote que compartía con Enzo —quien tampoco dormía pero fingía hacerlo— encontraba a Sebastián en la mesa improvisada de la cubierta, rodeado de planos, tablets, y tazas vacías de café.
Dieciocho horas seguidas. Lo vio trabajar con la misma concentración obsesiv







