Esmeralda esperaba, de mala gana, sentada en aquel sofá la llegada de su sobrino traidor y de su manipulador jefe.
Cuando llegaron, Dylan sostenía en sus manos un automóvil a control remoto de gran tamaño y también llevaba un obsequio para Alvarito. Kenton llevaba la comida y una sonrisa que pretendía ser angelical.
-Gracias, pero no debió tomarse tantas molestias- Lourdes agradeció aquel gesto hacia sus hijos notando la emoción de Dylan
-No es para tanto. Lo hice con placer y agradezco la invitación- Él demostró sus modales con excesiva cortesía y cordialidad causando infinita molestia en Esmeralda que sabía bien las intenciones ocultas
-Vayan a lavarse las manos mientras yo preparo todo- Lourdes comenzó a buscar platos, vasos y demás
-Por aquí- Esmeralda guió a su jefe al baño. Dylan se lavó primero las manos y fue junto a su madre dejándolos solos
Kenton pretendió ser caballero haciendo un ademán para que Esmeralda entrara primero, pero cuando ella estaba poniéndose