UNA MARAVILLOSA PROPUESTA
Henry
Después de tres meses en los que tuve encima a Danielle Adams y de que las cosas hubieran salido bien, por fin Camile y yo pasaríamos tiempo juntos.
Sin embargo, aquella mujer que vigilaba mis pasos, resultó ser todo lo contrario a lo que pensé.
Era divertida y hasta me parecía muy buena persona, aunque eso solo podría afirmarlo una vez que nos deshiciéramos de todo este problema.
Recogí algunas cosas y las metí en la pequeña maleta que llevaría conmigo. Busqué en uno de los cajones aquella cámara que había comprado con tanto esfuerzo hace un par de años y la guardé entre mi ropa.
—¿Tienes todo lo que necesitas? —preguntó mi madre desde la puerta y sonreí asintiendo.
—Sí, mamá —afirmé&m