Una mujer se acercó a nosotros así que no pude hablar con Ilán sobre lo de la psicóloga, en el momento que ella me miró y sus ojos fueron a él supe a lo que venía.
— Hola guapo — ella puso sus manos en los hombros de Ilán — ¿Qué haces tan solito? Puedo acompañarte sin ningún problema.
— Felicidades cariño — me apoyé del hombro de Ilán — al parecer has logrado ligar a una ciega, es la última que te faltaba en la lista.
— ¿Qué has dicho? — ella me miró con rabia — eres una estúpida, vete de aquí si no deseas que te demuestre quién soy yo.
— Bueno, también es sorda pero eso ya lo tenías agregado a la lista así que esto puedes tomarlo como un bono, aquella tipa también era muda pero comenzó a ladrar cuando se dió cuenta que eres mi esposo — la miré con una ceja arqueada — así que te aconsejo que te largues de aquí con tus ofrecimientos con tan poca moral si no deseas saber quién soy yo.
— Una simple huésped más que se cree especial, te informo que me encuentro aquí para darle una rese