Me siento mejor con su propuesta, ya que, erróneamente lo culpé por salvarme la vida y ese error lo cometí debido al miedo que siento por salir lastimada, uno que parece no estar relacionada al actuar de este hombre.
‘Debes reconocer que él no se comporta como el jefe cruel y hostil del pasado.’ Me dice mi mente y no puedo contradecir ello.— Está bien, vamos a dejar atrás todos los problemas que surgieron y sigamos adelante. — digo y él asiente.— Bien, teniendo todo claro, ¿ya has comido? ¿estás bien con la comida de aquí? — pregunta él y yo niego.— No, todo es horrible, mi lengua está casi dormida y no sé si es la resaca, pero, todo me sabe terrible. — digo con tristeza.Él sonríe y no veo que sea de burla como lo hacía en el pasado, sino que es una sonrisa genuina, como la que me mostraba