‘Vaya mala suerte la mía.’ Me digo mentalmente.
Miro al hombre que me observa con seriedad, aunque no está en su versión lobo, sigo viendo sus ojos rojos que me parecen una señal grande de peligro y yo no sé si moverme o desaparecer.— Entonces, ¿Qué piensas hacer? — pregunta él con seriedad.— ¿Yo? ¿Qué? — pregunto confundida.— Ya te lo dije, Brenda. Sabes porque viniste, ¿no es así? Así que, no comprendo, ¿Por qué sigue aquí? — pregunta él.— Aun no me ha dicho que es lo que debo hacer, sobre que habitación debo limpiar o si necesita algo más. — susurro.Él me observa dudoso, como si intentara indagar que es lo que debería o no hacer conmigo, mientras yo temo y pienso sobre donde podría mi cuerpo sin vida.‘Dudo que mis pa