Mi corazón esta acelerado, pero, el dolor que siento en mi cuerpo, poco a poco cesa como si la muerte de Marcus eliminara el dolor que él ha causado, pero, sé que eso no es posible. Por eso, camino rápido hacia un espejo y levanto mi ropa para ver si todo esta como lo imagino.

El dolor está presente con menos intensidad y los morados ya formados, comienzan a desvanecerse hasta desaparecer causando confusión en mí.

— Irina, estás viva… pero, ¿Por qué estás tan llena de sangre?

— Él me pateo dos veces, pero… el dolor y las marcas están desapareciendo. ¿Por qué está pasando esto? — pregunto confundida, pero, también aliviada porque gracias a Dios, el dolor está desapareciendo.

— Es normal. — dice Dashiel.

‘¿Fuiste tú, bebé? ¿Me protegiste o Eydran puede hacer a