No tengo mucho tiempo, en especial cuando él puede notar mi plan en cualquier momento, pero, para mi fortuna, se toma todo y limpia su boca con brusquedad mientras yo intento alejarme de él.
Pero, el agarre en mi cabello hace que sea imposible para mí alejarme tanto como sea posible del bastardo que puede matarme en cualquier momento.— Ya comiste y te diste cuenta que yo no estoy escondiéndome, así que, ¿Por qué no dejas en paz? — pregunto molesta.— Te he estado buscando, cariño. A ti es a quien deseo causarle mucho daño, querida. — dice Marcus agarrándome de la garganta.— Pero, ¿Por qué? — pregunto con enojo.— Simplemente quiero causarte mucho daño, lastimosamente esas perras hacen algo que causa que las golpee, pero, siempre he querido hacerte mucho daño. — dice Marcus sonriéndome con un odio que me ca