Un balde de agua fría es lo que me hace despertar en un lugar tan oscuro que me cuesta saber quién fue la persona o ser que me ha atacado. Así que, angustiada, no miro a mi alrededor, si no, hacia mi vientre implorando que mi bebé se encuentre aun conmigo.
— Aun así sigues ignorándome. — dice una voz que tanto me desagrada.— Rebecca… — susurro.— Sí, soy yo. — dice ella sonriendo, mientras se quita una cosa terrible del rostro, para ver a la desquiciada mujer que no deja de ser una molestia.— ¿Cómo…?— Logré escaparme del psiquiátrico en el que me metieron y hacer todo este increíble plan con tu amor. — dice ella encendiendo las luces del lugar para que pueda ver a un monstruo que entra cambiando su forma a humano, pero, sin dejar de ser la basura que recuerdo.Mi cuerpo comienza a temblar y yo temo po